martes, 15 de enero de 2013

EL SEXO ES EL MEJOR ANTIDEPRESIVO

Las endorfinas que se liberan en el organismo cuando se tienen relaciones sexuales son las mismas que se liberan cuando hacemos gimnasia. ¡Entre el sexo y la gimnasia habrá que elegir! Cada vez que una persona ríe, se estimulan unas hormonas llamadas endorfinas, conocidas también como “hormonas de la felicidad”. Son, en realidad, neurotransmisores producidos por la glándula pituitaria y son los responsables de las sensaciones satisfactorias, ya que combaten el malestar, la depresión y disminuyen las sensaciones dolorosas. Hay varias formas para estimular las endorfinas, algunas más entretenidas que otras, pero todo a gusto del consumidor. Una de ellas y la más extendida es hacer ejercicio, como jugar al fútbol, hacer gimnasia o andar en bicicleta, por ejemplo, que elevan el nivel de estas hormonas. El sexo, es otra de ellas. Las relaciones sexuales, el encuentro de los cuerpos y el placer del movimiento, colaboran en la estimulación de endorfinas. El amor, el estar enamorado, estimula la descarga de estas hormonas, contribuyendo además en eliminar el estrés y la depresión, por supuesto. Un dato muy curioso con respecto a este tema, es que dos horas después de ingerir una taza de café, el nivel de endorfinas, sube. ¿SEXO O GIMNASIA? A la hora de elegir el método para sentirse mejor, lo importante es estar informado. Las endorfinas que libera el organismo durante la relación sexual, hacen también olvidar la ansiedad que impulsa a comer compulsivamente. Para todos aquellos a los que les resulta tedioso comenzar clases de gimnasia para sentirse mejor, es bueno que sepan que el sexo reporta los mismos beneficios. Pues éste, además de generar endorfinas para el buen humor, gasta tantas calorías como muchas rutinas de ejercicios. El autor norteamericano Richard Smith escribió dos libros sobre el adelgazamiento y el sexo, en los que intentó demostrar que el ejercicio sexual puede además de levantar el ánimo, reemplazar el ansia por comer, que en consecuencia produce el aumento de peso. Según publicó el sitio En Plenitud, el escritor propone una manera más atractiva de mantenerse en forma y sentirse "up". “Las endorfinas que libera el organismo durante la relación sexual, hace que nos olvidemos del estrés y la ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos compulsivamente. El sexo levanta el ánimo de manera natural y aleja de los vicios de la comida”, comentó el autor. Así es que los efectos de esta teoría dependerán de la duración de la relación sexual, las posiciones adoptadas, los movimientos realizados y la intensidad del encuentro amoroso. Los movimientos pélvicos, el incremento de los latidos del corazón, la dilatación de los vasos sanguíneos de los genitales y el orgasmo, gastan energía similar a cualquier otro ejercicio físico. Por su parte, el sexólogo español Norberto Baigorria destacó que, más allá de que alguien se haya tomado el trabajo de medir detalladamente los efectos del sexo en el organismo y sus beneficios para adelgazar, nada tiene de raro ya que el sexo no deja de ser un acto físico y el movimiento produce que se libere energía y se quemen calorías. CALORÍA POR CALORÍA El informe detalló que desvestir a la pareja equivale a quemar 120 calorías. Un orgasmo real acaba con 27 calorías, aunque 160 si es fingido. Con un beso desaparecen 60 calorías. Durante una relación sexual de veinte minutos se consumen 150 calorías, el equivalente a caminar o subir y bajar varias escaleras. Tampoco está de más saber que las caricias consumen 20 calorías. Y que la postura del misionero elimina 240 (con otras posturas se puede desechar de 200 a 400 calorías). A PURO SEXO Que el sexo siempre nos sorprende, no cabe dudas. Pero ahora sabemos que es nuestro mejor antidepresivo y además nos ayuda a perder peso sin matarnos en un gimnasio y a puro placer. No nos podemos quejar, nuevos estudios avalan todo esto. Así que, manos a la obra, o bien, manos al encuentro. Al encuentro del otro u otra, sin perder de vista el erótico éxtasis del placer sublime que nos da la sexualidad. Psic. y Sexóloga Gabriela Michoelsson

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