lunes, 15 de julio de 2013

¿CUAL ES LA FRECUENCIA "NORMAL" DE LAS RELACIONES SEXUALES?

Frecuencia de las Relaciones Sexuales - La Ley de Fisher Uno de los temas más frecuentes en las consultas sexológicas versa en torno a la frecuencia de relaciones sexuales. Son muchas las parejas que se preguntan ¿cuánto es lo normal?, pero también son numerosas las que desean aumentar su frecuencia. Sobre este tema hay algunos comentarios pertinentes. Por un lado, mantener muchas relaciones sexuales, incluso diariamente, no representa ningún problema para la salud, ni debilita físicamente y mucho menos mentalmente. No "desgasta", por decirlo de alguna manera. Otro aspecto importante por destacar, es que la sexualidad no se comporta como las otras necesidades físicas en las que la satisfacción de la necesidad calma el deseo. Es decir, cuando tenemos hambre, ésta se nos quita comiendo, pero no funciona exactamente igual con el sexo. Fisher, prominente investigador canadiense, describe que si una persona mantiene, por ejemplo dos coitos, por semana; cuando disminuye su frecuencia a una o menos, inmediatamente siente un aumento en el deseo sexual que lo insta a la intimidad. Pero si el individuo, por diversas razones, no reasume las relaciones sexuales por un largo periodo, entonces el deseo disminuye y puede llegar hasta desaparecer. Lo contrario también es cierto. Cuando una persona tiene una frecuencia dada, tomemos el mismo ejemplo, dos relaciones por semana y por diversas circunstancias aumenta a siete por semana; inmediatamente siente una saciedad sexual. Sin embargo, si continua con esa frecuencia, el cuerpo no solo se adapta sino que hasta le pide más. Así, entre más relaciones sexuales mantenga una pareja, más relaciones sexuales le pedirá su cuerpo. Mientras menos relaciones sexuales se sucedan, el cuerpo pedirá cada vez menos, hasta el punto de llegar a abolirse el deseo sexual. Esto explica muchos fenómenos que pasan en la vida de las parejas. Muchas veces un distanciamiento emocional o físico, por ejemplo como el que condicionan algunas enfermedades o los conflictos de pareja, si además se alargan en el tiempo, pueden provocar una disminución en el deseo sexual. En esas circunstancias el cuerpo no pide, no requiere, no exige ni demanda la vida sexual. Cuando las condiciones que provocaron ese distanciamiento han sido superadas, las parejas se dan cuenta que hay gran menoscabo en su vida sexual. La sexualidad deja de figurar entre sus apetitos y muchas veces se mantiene una vida de pareja "como entre hermanos". Hay una enorme compatibilidad en el día a día, pero no hay una necesidad de acercamiento sexual. Ante estas circunstancias, en la actualidad se han diseñado una serie de programas de "sexualización", destinado a que esas parejas recuperen el deseo sexual perdido, tan importante para la salud de la pareja que incluso se podría decir, en muchos casos, que es la forma "carnal" de expresar los sentimientos que nos unen al otro individuo.

jueves, 11 de julio de 2013

EYACULACIÓN FEMENINA - ¿TODAS SABEMOS DE QUÉ SE TRATA?

Uno de los hallazgos más sorprendentes de los últimos años fue el redescubrimiento del punto G. Con el surgió un concepto aún mas revolucionario, cual es la presencia de una auténtica eyaculación femenina. Es bien sabido que la mujer produce una secreción vaginal al momento de la excitación, que tiene como objetivo lubricar las paredes vaginales para que la penetración no resulte dolorosa. Inicialmente, se creyó que el relato de muchas pacientes en el sentido de que expulsaban un líquido abundante al momento de las relaciones sexuales, hacía referencia a esa lubricación vaginal. Sin embargo, varios investigadores se dieron a la tarea de estudiar detalladamente el fenómeno y se llegó a la conclusión que en algunas mujeres, además de la lubricación vaginal, se produce la salida de un líquido a través de la uretra o caño de la orina, al momento de la relación sexual. Este líquido no es orina. Física y químicamente difiere de las características urinarias y su salida a través de la uretra descartan la posibilidad inicial de que sea simplemente lubricación vaginal. La eyaculación femenina acontece justo cuando sucede el orgasmo, sobre todo en las mujeres conocedoras de las técnicas de estimulación del punto G. Esta información es muy útil a nivel clínico, en el sentido de que algunas mujeres creen que se orinan con las relaciones sexuales y esto les provoca fuertes inhibiciones en su desempeño sexual. Por otra parte, varias pacientes han sido operadas de la vejiga, porque tanto el médico como la paciente creían que se trataba de un caso de incontinencia urinaria. Sabemos que no es una incontinencia urinaria porque se produce aun cuando la mujer ha orinado antes de la relación sexual. Además, a diferencia de la incontinencia urinaria clásica, esta salida de líquido solo se produce con el acto sexual y no con los esfuerzos físicos. A nivel vivencial, las parejas presumen que no se trata de orina, básicamente porque esta secreción no huele a orina, y aun cuando es abundante y moja las prendas de cama, no se acompaña de ese olor urinario tan "sui generis". Desde el punto de vista médico, el diagnóstico es relativamente sencillo. Se le pide a la pareja que recoja una muestra del líquido y se analiza microscópicamente para diferenciarlo de la orina. Hay que ser claros: No todas las mujeres presentan la eyaculación femenina, y en muchos casos es un problema en la retención de la orina. Lo que es cierto es que un grupo considerable de mujeres experimentan este fenómeno, que es visto por ambos miembros de la pareja como un deleite más en el mundo de los placeres del sexo.