viernes, 26 de octubre de 2012

TÉCNICAS PARA ESTIMULAR EL CLITORIS

Paola Kullock es la directora de la primera Escuela de Sexo de Argentina. Esta especialista y asesora en juegos eróticos sostiene que “sólo tres de cada diez hombres saben estimular el clítoris” Cierto ó no, he decidido hacer una entrada con las diferentes técnicas de estimulación clitoriana más placenteras y demandadas por las mujeres del mundo. Primero porque nunca están de más algunos consejos eróticos, segundo porque sé que le vendrá genial a aquellos que sientan que sus parejas no disfrutan lo suficiente en el calentamiento previo y tercero, porque para los que son todo unos manitas y creen que lo tienen todo controlado, puede que les sorprenda y tengan que poner sus habilidades nuevas en práctica esta noche. Estimular el clítoris puede ser como dar un masaje a alguien: en un principio puede resultar extraordinario, pero si no varías la técnica, ese placer se podría convertir de un momento a otro en aburrimiento e incluso en dolor (sobre todo si friccionas repetidamente de la misma forma y presionas demasiado). Estamos de acuerdo en que ninguno de estos efectos van en buen camino si pretendemos llevar al clímax a nuestra pareja. Las siguientes técnicas de estimulación del clítoris serán el pasaporte que te llevará del anonimato a la fama del hombre perfecto: -Estimulación oral- No hay nada más doloroso que tener la atención centrada en un clítoris no lubricado. Pero con este tipo de estimulación ese problema está solventado. Tu herramienta principal será la lengua. Deslízate entre sus piernas y juega con su clítoris resguardado hasta que esté completamente erecto. Revolotea tu lengua sobre él de forma rápida y sutil, repite este movimiento generosamente y cambia la dirección haciendo pequeñas pausas. Cuando notes a tu pareja más excitada, es el momento de presionar un poco más, ¡pero ojo! no se trata de golpear; al mismo tiempo acarícialo de forma más rápida. Olvídate de succionarlo ni mordisquearlo, como creen algunos que nos gusta.!!!! -Estimulación manual. Masajes suaves- La estimulación oral es algo increíble y digno de ser practicado con frecuencia, aunque no debemos olvidar que la estimulación manual puede ser tan o más satisfactoria si se realiza de forma acertada. Lo primero en estos casos es una buena lubricación, ya sea natural (busca en el interior de la vagina, antes de dirigirte al clítoris) o con la ayuda de algún lubricante o aceite afrodisíaco, en este caso si proporciona algún efecto térmico que haga la zona más receptiva, puede mejorarlo. La mejor posición para esta práctica es que la mujer esté recostada de espaldas con las piernas cerradas, y tu acostado a su lado abrazándola por detrás. Desde esta posición, él puede usar los dedos para masajear suavemente tu clítoris, en ovimientos circulares lentos. No hace falta aplicar demasiada presión sobre el clítoris, en cualquier caso... si prestas atención a tu pareja, ella te lo solicitará con gestos, movimientos o verbalmente. Si queréis agregar un poco de variedad, intenta movimientos de lado a lado o en diagonal. Esta es la forma en la que la mayoría de las mujeres nos masturbamos manualmente, por lo que nuestros cuerpos suelen responder automáticamente. -Estimulación manual múltiple- Este método es sensacional para estimular el clítoris y muy recomendado para parejas que cuentan ya con cierta confianza en sus relaciones íntimas. Comienza con el método del masaje suave que hemos visto antes. Cuando ella esté sobrepasando el umbral del placer, en este punto, de forma suave y relajada introduce uno de tus dedos en su interior, y unos instantes después ubica tu dedo pulgar sobre su clítoris y comienza a masajearlo con delicadeza. La combinación de la estimulación clitoriana y la vaginal duplicará su placer, que sin duda la llevará hacia un orgasmo único. Otra idea "múltiple", es que a la vagina le dediques más de uno y siempre intentando acariciar la pared abdominal exterior (dónde se localiza el punto G), si además con la otra mano, introduces suavemente otro dedo en el ano... conseguirás sorprenderla y en la mayoría de casos... volverla loca de placer.

martes, 23 de octubre de 2012

Posturas sexuales que facilitan el orgasmo

Las posturas del coito más orgásmicas ¿Te ha preocupado alguna vez no conseguir llegar al orgasmo con la penetración?, ¿cuántas veces has pensado que te pasa algo raro porque masturbándote consigues llegar hasta las estrellas mientras que en el coito te quedas hundida en la miseria? Son preguntas frecuentes, porque se da la circunstancia de que en el coito las mujeres tienen dificultades naturales para alcanzar el orgasmo. Lo que siempre fue una de las bases del mito de que a las mujeres les “cuesta” llegar, o son lentas para conseguir el orgasmo. Cosa que no es cierta. No depende del tamaño La razón principal por la que el coito no es la actividad sexual que mejor garantiza el orgasmo femenino viene de que la simple incursión del pene en la vagina, si bien proporciona sensaciones agradables y excitantes a la mujer, no es suficiente para conducirla al orgasmo. Y eso, hay estudios que lo demuestran, no depende del tamaño del pene, ni del juego que sepa darle su portador, ni de lo que él sea capaz de “aguantar” sin eyacular, ni de la extensión de los llamados preliminares. Es que hay posiciones en las que cualquier invención resulta inútil a estos efectos. Si el clítoris no es adecuadamente estimulado el orgasmo brillará por su ausencia para la chica y habrá mucha irritación y frustración. Los orgasmos femeninos se desencadenan por estimulación del clítoris Por tanto, cualquier postura para practicar el coito que facilite su estímulo simultaneo resultará orgásmica. Pero si no produce ese estímulo, resultará ineficaz. Por muy elaborada que resulte la postura, por muy cálida que sea desde el punto de vista emocional, por mucho tiempo que se demore el hombre en eyacular..., si el clítoris no es adecuadamente estimulado el orgasmo brillará por su ausencia para la chica y habrá mucha irritación (no sólo vaginal) y frustración. Y no todas las posturas del coito facilitan el orgasmo femenino; porque no todas permiten desde un punto de vista meramente anatómico estimular el clítoris a la vez. Es así de sencillo. No hay que buscar más complicaciones. La postura del misionero no es muy eficaz ¿Qué quiere decir esto? Que, por ejemplo, cualquier postura en la que el hombre alcance a la mujer “por detrás” (sea por vagina o por ano) no es eficaz para que ella tenga un orgasmo, porque el clítoris queda literalmente abandonado a su suerte sin estímulo alguno. Dará lo mismo que estéis de pie, sentados, de rodillas, acostados, a dos manos (la “carretilla”) o a cuatro patas (la del “perrito”). La muy popular postura “del misionero” tampoco es demasiado eficaz, salvo que ella esté muy excitada y cualquier estímulo clitoriano, por ligero que sea, la lleve al orgasmo. Pero, con frecuencia, no sucede así ni siquiera en esas circunstancias. Esta posición es poco efectiva si él penetra profundamente, porque su pubis presiona poco o nada la zona clitoriana; y lo es aún menos si ella le rodea la cintura con sus piernas o las coloca sobre sus hombros. El clítoris se queda literalmente a “dos velas” en tales posiciones. La postura “del misionero” resulta eficaz si los hombres hacen penetraciones superficiales (poco más allá del glande) y desplazan ligeramente su cuerpo hacia la cabeza de la chica para que el pene se curve ligeramente hacia arriba y el clítoris pueda recibir directamente el estímulo del ángulo que forman el pubis y el nacimiento del pene. El único inconveniente es que a los chicos les gusta más penetrar profundamente porque eso estimula mejor su pene. Pero siempre se puede llegar a un acuerdo ¿no?: “ahora por mí y después por ti”. La otra pega es que en la penetración superficial resulta muy fácil que el pene se salga alguna que otra vez durante las acometidas; lo que, según como se tome, puede resultar frustrante o muy excitante. Posturas laterales Una postura lateral, en la que ambos están acostados y cara a cara, sólo será eficaz si se tiene en cuenta esta forma de penetración superficial y la mujer puede encontrar la fricción necesaria para su clítoris en el cuerpo de su hombre. Si se mantienen las premisas de la penetración profunda mencionada antes, los resultados carecerán de garantía. Igual que si se hace cara a cara y de pie. Otra cosa muy distinta es cuando ella se coloca encima de él y se tiende a lo largo colocando sus piernas por fuera de las del hombre. En esta posición, el pene no suele penetrar demasiado en la vagina. Razón por la que el ángulo que forma el pubis del chico con el nacimiento de su pene puede situarse en contacto directo con el clítoris... y la chica controlará la estimulación que a ella le favorece realizando los movimientos pélvicos necesarios. Ellos pueden ayudar también levantando y bajando su cadera de forma coordinada para favorecer el estímulo. En esta postura el orgasmo femenino suele tener una buena garantía de éxito. ¡Ah! Y no os preocupéis: lo frecuente es que el pene se salga alguna que otra vez en esta situación. Tomárselo con humor forma parte del juego Sucede así porque la penetración suele ser igual de superficial que la que señalé antes para que la posición del misionero resulte placentera para la mujer. Pero, recordad, la mujer debe estar tendida a lo largo del hombre. Porque si se coloca simplemente sentada sobre el pubis de él (la postura de “Andrómaca”), las cosas cambiarán bastante, pues el clítoris volverá a quedar huérfano de estímulo y no le proporcionará a la chica la satisfacción que reclama. Además, se producirá una penetración muy profunda que puede resultar dolorosa. La posición sentada (sobre una silla, la cama, el suelo...) en la que ambos se dan la cara sólo es orgásmica para ella en la medida que pueda acercarse al cuerpo de él y conseguir frotarse sobre el mismo durante el coito. No es fácil. De no hacerse así puede ser un fiasco, incluso resultar dolorosa, porque el peso del cuerpo de ella facilitará una penetración muy profunda que no todas pueden soportar. Premisas fundamentales para alcanzar el orgasmo De todos modos, en un contexto de interés por el placer de la pareja y de esmero en procurarle el mayor número de sensaciones gratas al otro, la mujer puede obtener su orgasmo en cualquier postura si ambos saben y aceptan que: La simple incursión del pene en la vagina no desencadena el orgasmo femenino, por mucho tiempo que el hombre “aguante”, muy grande que tenga el pene, o muchas filigranas que consiga hacerle a la chica. El orgasmo femenino depende del clítoris. El coito por sí solo no garantiza el adecuado estímulo del clítoris. Éste hay que buscarlo de una forma activa y pocas posturas lo consiguen. La responsabilidad del propio orgasmo no es del otro sino de cada cual; y cada uno sabe la mejor manera de alcanzarlo, pues se trata de su cuerpo. El otro es simplemente un cómplice que puede ayudar. Por tales razones está más que justificado que una mujer se masturbe durante el coito estimulando su clítoris en aquellas posturas en las que éste queda “fuera de juego” (“tocarse” en esas posturas no solo es bueno, sino aconsejable y necesario). O a que lo haga después. O a que se frote contra el cuerpo del compañero para lograrlo. O a que le pida a él que la masturbe para obtenerlo (del mismo modo que está bien que se lo pida él cuando sea incapaz de eyacular durante el coito). O a que le pida sexo oral... El coito no es la única manera de mantener relaciones sexuales. Todas las existentes son tan “auténticas” como la cópula. Y así como cada cual debe “buscarse la vida como pueda” para llegar al orgasmo, también puede solicitarle al otro que le ayude en la tarea. Relacionarse sexualmente es un camino de dos direcciones. Lo que reza para ambos sexos.

jueves, 11 de octubre de 2012

La "revolución" 50 SOMBRAS DE GREY

La revolución de las “50 sombras de Grey”…. No se le puede llamar de otra forma… de sumisión nada, Anastasia “escoge” en cada momento “estar ahí”, vivir así su sexualidad y disfrutar así de ella…, prueba de ello “50 sombras más oscuras” y “50 sombras liberadas”….. quizás no en todo momento quiere “sufrir” así el amor que siente por Christian, pero…. ¿¿No son el amor y el sufrimiento “caras de la misma moneda”???. Aunque prefiero que seáis vosotras mismas las que valoréis la novela después de haberla leído (y disfrutado!!), no negaremos que ha revolucionado la sexualidad femenina con un grito de “libertad”, una pancarta enorme, que reivindica nuestro placer y la expresión de nuestros sentimientos en todas sus formas. Creo que, “50 sombras”, ha abierto las puertas a la expresión y libertad sexual de muchas mujeres que sólo se atrevían a mirar por la ventana. Para las que todavía no la hayáis leído, os acerco un pequeño resumen y mi recomendación…. Ya estáis tardando en leerlo!!!! “Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.” "Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres." Daily News “Cincuenta sombras de Grey” es la primera parte de la trilogía “Cincuenta sombras”, que continúa con “Cincuenta sombras más oscuras” y “Cincuenta sombras liberadas”. La autora, E.L. James ha desempeñado cargos ejecutivos en televisión. Está casada, tiene dos hijos y vive en Londres. De niña, soñaba con escribir historias que cautivarían a los lectores, pero postergó sus sueños para dedicarse a su familia y a su carrera. Finalmente reunió el coraje para escribir su primera novela “Cincuenta sombras de Grey”. Es también la autora de Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas. Con motivo del fenómeno editorial que ha supuesto su trilogía «Cincuenta sombras», con gran repercusión en los medios y que ya ha vendido millones de ejemplares, la revista Time ha nombrado a E.L. James una de las cien personas más influyentes del año. Antes de nada he de admitir que no he leído casi nada de este subgénero (y cuando digo casi nada es que no he leído ni cinco). De éstos no me ha gustado especialmente ninguno, eso de pasar todo el día desnudos y casi sin hablar no es lo mío... Pero siempre hay un libro que destruye tus falsas concepciones, aquí os dejo la crítica del que me ha iluminado. He de admitir que me llamó mucho la atención este libro, no por la sinopsis o por la portada o críticas, sino por la importancia que le han dado a la trilogía. Por un lado la gran cantidad de ventas que ha obtenido, la gran acogida ; y por otro, por las noticias en la prensa española que se llevaban las manos a la cabeza con la historia de la sumisión. Nunca me ha llamado este juego de voluntades, de poderío y de dolor. Más bien me repele, pero la autora lo ha tratado con maestría y sin frivolidad. La protagonista nunca ha tenido ninguna relación sexual con nadie, la muchacha como comprenderéis casi se desmaya al conocer a Grey (normal con lo que impone...). Él la quiere convertir en su sumisa y ella en su novio. Así que iremos conociendo esta técnica de sumisión desde cero junto con ella, ya que él le explicará y le dará... ¿clases prácticas? desde cero. Aunque poco a poco el rol se irá cambiando, y quizás de sumiso pasen a... 'algo más' Él es un hombre atormentado, odia que lo toquen y hablar de su pasado. Ella es una muchacha tímida y vivaz, que le cuesta un montón amoldarse a lo que necesita su pareja para sentirse pleno ¿quién ganará en este juego de voluntades? Sin lenguaje obsceno ni vulgar, iremos conociendo lo que ronda por la cabecita, aunque con cuentagotas, de Grey y por qué necesita hacer todo eso. Por último, me ha encantado la escena en la que se desvela el porqué del título.

jueves, 4 de octubre de 2012

Cómo y cuándo hablar de sexo con los hijos??

Más tarde o más temprano, tus hijos empezarán a hacer preguntas sobre sexo. Algunos padres creen que, cuando llegue el momento, dar información sobre el tema será fácil, que todo será una cuestión de ponerse a hablar, pero cuando llega la hora de la charla, seguramente en la mayoría de los casos, parecerá más complicado, tratándose de niños. Por eso, es importante prepararse para hablar de educación sexual, es importante comunicar con naturalidad, afectividad y asertividad. Si estás cohibido, cortado o avergonzado, tus hijos lo notarán. ¿Es posible hacer más fácil la charla sobre educación sexual? Pues sí. El truco esta en mantenerse firme, jamás inventar o mentir, no evadirse de la pregunta y no contestar más de lo que tu hijo pregunte. Lo ideal es hablarle de sexo a cuentagotas, es decir, en la medida de su curiosidad, sus conocimientos previos sobre el tema y según la edad que tenga. Para averiguar qué grado de información tiene y cuál es el que necesita, empieza por hacerle tú las preguntas. En función de sus respuestas, te darás cuenta de lo que sabe y de lo que debes contarle para satisfacer su curiosidad. Es conveniente empezar a hablar de sexo con tu hijo desde el momento en que él comience a conocer su cuerpo y a nombrarlo. Para los niños es muy importante que cada parte de su cuerpo tenga un nombre y no un "apodo". Si se habla de cabeza es cabeza, de mano es mano, de pene es pene, de nalga es nalga y así siempre. Evita dar otros nombres a los órganos genitales para que el niño no se sienta confundido. Otra ventaja de charlar con los hijos sobre sexo es aumentar la intimidad y la afectividad entre ambos, abrir caminos para que se pueda discutir en casa sobre todo y dar al niño la seguridad de que piense que "voy a preguntar a papá y a mamá porque ellos siempre me contestan". Claro que, el tema se complica si creen saberlo todo, si nunca nos preguntan, eso puede ocurrir si llegan a la adolescencia (una etapa en la que habitualmente resulta más difícil conectar con ellos) pensando que es un tema del que aprenderán más con los amigos que en casa, si no hemos conseguido crear un vínculo de confianza y naturalidad en torno a ello. Los niños “son bajitos, pero no tontos”, no hay una edad ideal para sacar este tema, pero si para no convertirlo en un tabú, la naturalidad en torno al sexo, desde el principio, hoy en día les llega muchísima información, (no toda válida), en la tele, en los colegios, los amigos… seguro que preferiremos que la información que tenga sea la adecuada, para ello, nos toca educarles también en su sexualidad.